La primera vez que presenté un examen de actuaría fue el 9 de abril de 2024, iba a presentar el FM de la SOA y no sabía qué esperar del examen, me preparé en Coaching Actuaries, pero era muy inexperto usando la plataforma y a pesar de que tenía el conocimiento teórico, los ejercicios eran otra cosa, en mi preparación prioricé tener los conceptos claros sobre la rapidez, pero en el examen ambos son igual de importantes, por lo que el resultado fue negativo.
Fue un gran golpe para mí, ya que los meses anteriores no me encontraba trabajando, por lo cual ese examen tenía toda mi atención. Perderlo fue como si todo el tiempo que había invertido no tuviera sentido, puntualmente recuerdo que un par de semanas antes tuve la oportunidad de compartir una actividad con mi abuelo, y por quedarme estudiando la dejé pasar.
Esta situación me dejó muchas cosas para pensar, ¿valió la pena haber dejado de compartir con mis seres queridos?, ¿realmente si quiero continuar este camino?. Al día de hoy me sigo haciendo esas preguntas frecuentemente, pero ahora tengo una perspectiva más clara y creo que encontrar un equilibrio entre la vida profesional o académica y la personal. Es necesario porque los exámenes requieren cientos de horas de preparación, pero cultivar nuestras relaciones es lo que nos lleva a tener una vida feliz. El camino de la actuaría me ha hecho dudar muchas veces, incluso ahora me siento estancado pero lo afronto como ese primer examen, como un reto personal de pasar y en el caso de la actuaría de crecer, de crear una comunidad y no rendirme hasta lograrlo. No es sencillo pero tampoco es solitario, la frustración que se siente al perder uno de estos exámenes, la hemos sentido muchos otros.
Recientemente encontré una página muy interesante con las tasas de aprobación de los exámenes de la SOA y la CAS, que quiero compartirles. Allí se evidencia que realmente son pruebas muy retadoras. Superarlas no solo demuestra habilidades técnicas importantes, sino también y sobre todo trabajo duro, capacidad de auto aprendizaje y RESILIENCIA.