¿Dónde está mi norte?

Algunas veces decidir dejar una carrera o un trabajo puede ser una decisión difícil, llena de incertidumbre pero el tiempo es el recurso más valioso que tenemos, por lo cual invertirlo en algo que no nos llene, o que a futuro no nos ayude a cumplir nuestros objetivos es una interrupción en nuestro camino, por más que nos traiga un buen sueldo o cierta estabilidad momentánea.

Trazar metas a medio y largo plazo es importante para tener un norte en nuestro camino, hace dos años yo fijé mi norte en la actuaría, por lo cual desde ese momento todos mis esfuerzos han sido a favor de ese camino, claro que me he desviado en algún momento, pero he corregido el rumbo, he intentado ser sensible a todas las experiencias que se me han presentado para así aprender de ellas. Aunque en algún momento no estuve contratado como actuario en una compañía, siempre intento aprender las habilidades blandas, de programación y de análisis, que junto con los conocimientos técnicos son parte fundamental de esta profesión.

La conclusión es que al fijarnos una meta podemos avanzar desde la posición que nos encontremos, aprendiendo o avanzado en caminos que aunque parezcan no principales, nos acercan al destino.